Con el paso del tiempo las juntas se van ensuciando, para poder limpiarlas se puede hacer de dos formas:
La primera sería ir junta por junta y ir quitando la suciedad una por una, esta forma no la recomiendo ya que se tarda mucho tiempo y no quitas del todo la suciedad. También podemos emplear un renovador de boquillas o blanqueador de juntas, que lo vamos aplicando directamente en las juntas con un cepillo de dientes. Luego limpiaremos la superficie para acabar.
La segunda forma es volver a echar la junta, además puede ser una buena opción para renovar el aspecto del suelo y de las paredes , dando un toque diferente.
1. Con un cincel, punzón o una multiherramienta iremos rascando la junta anterior para hacer el hueco.
2. Limpiaremos el polvo producido a la hora de rascar y limpiaremos la superficie con un paño húmedo.
3. Haremos la mezcla de la lechada siguiendo las instrucciones que vienen en el producto. Para ello utilizaremos un recipiente para realizar la mezcla de la junta con el agua. Esta mezcla la realizaremos con la ayuda de una espátula.
4. Una vez tengamos la mezcla lista, la iremos aplicando por las juntas de toda la superficie con la ayuda de una llana y una espátula para las zonas menos accesibles como los bordes...Debemos de presionar bien para que las juntas se rellene y no queden espacios vacíos.
5. Después con la espátula o la llana retiraremos el exceso.
6.Una vez que este seca la junta limpiaremos la superficie con una esponja y, si es necesario, un estropajo.
7. Por último se le puede aplicar un sellador a la junta para proteger de la humedad.
Y ahora a cuidarla más para que no se ensucie :)